VIRGEN SIN PIES.

LAS GALGAS, LOS HUESOS, LOS DESPOJOS.

Las galgas, los huesos, los despojos es un proyecto en abierto que investiga el cuerpo como castigador del mismo desde una óptica femenina. A través del “objeto blando” (nardos, anís, cascabeles), el conjunto reflexiona en torno a la violencia inherente en los afectos, que moldean y definen el cuerpo propio, situándolo en un territorio fronterizo entre lo propio y lo ajeno. Las galgas, los huesos, los despojos observa post-mortem la identidad a través de los recuerdos orgánicos -el sonido, los olores y en última instancia, las imágenes- donde se cuestiona la congruencia del relato con respecto a la memoria corporal. Bajo la siguiente premisa, las piezas toman la forma de máquinas de castigo -evocando el cinturón de castidad, la fusta o el flagrum- al reconocerlo como agente capaz de vertebrarse sobre sí mismo y funcionar como un elemento que produce otros relatos. 

Así pues, el siguiente conjunto se revela como un proceso de catarsis en el que el individuo y el cuerpo como propio, mantienen una conversación privada donde controvierten las ficciones colectivas que conforman al mismo.

I. Lo circular no se pliega.

II. Sólo narra el nudo.

III. A veces no podemos separarnos - Responso.

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IV. Sólo recuerdo los olores. Los sonidos. Las imágenes [ya no las veo]

V. El mundo es imprescindible.

V. El tiempo es lo único que tenemos.

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VI. Para mí nunca es suficiente.

VII. El blanco es un color insoportable.

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VIII. Nos dolerán las manos de agarrar clavos ardiendo.

IX. Mañana no partiremos 3 veces.